A la hora de reclamar una tarjeta revolving, los despachos de abogados tienen diferentes herramientas para que los tribunales den la razón a sus representados. Dos de los motivos más habituales son la usura y la falta de transparencia. A pesar de que en la mayoría de los casos los tribunales dan la razón a los consumidores, en algunas situaciones sucede lo contrario. ¿A qué se debe ese vaivén de sentencias? ¿Cuándo consideran los jueces que un crédito es usura?

Desde que el Tribunal Supremo (TS) declarara en 2020 usurarios los intereses de las tarjetas revolving, los abogados de reclamación de tarjetas revolving se lanzaron a los juzgados a reclamar y solicitar la nulidad de los contratos de estos productos para sus clientes. Desde esa fecha han sido miles las personas que se han visto beneficiadas, aunque otras, han visto rechazados sus recursos.

Estos cambios de opinión por parte de los magistrados se debe a que la normativa que especifica cuándo un crédito es usurario o no, se estableció en 1908. La Ley de Usura establece como usurario aquel interés “notablemente superior al normal y desproporcionado con las circunstancias del caso”. Esto deja en manos de los jueces discernir donde está el umbral entre un crédito usurario y uno normal.

¿Cómo saber si mi tarjeta revolving es usura?

Esta ambigüedad ha hecho que los abogados en derecho bancario tengan muchas dudas para establecer el interés normal del dinero. Por eso el año pasado el Tribunal Supremo dictó una nueva sentencia. En ella se establece que un crédito revolving será usurario cuando la   diferencia entre el tipo medio de las operaciones de crédito mediante tarjetas de crédito y revolving del Banco de España y el interés pactado supere los 6 puntos. Este aspecto explica los motivos por los que no se ha anulado una tarjeta revolving con un interés del 24%.

A pesar de que esto parece un hándicap para los consumidores, nada más lejos de la realidad. Junto con la usura, los bufetes se escudan en la falta de transparencia para demostrar el abuso de las entidades bancarias a la hora de contratar este producto. Es una práctica habitual que a los particulares se les ofrezca este tipo de créditos en supermercados, grandes superficies etc. En este tipo de escenarios, el consumidor es difícil que conozca y entienda en qué consiste una tarjeta revolving y las consecuencias de lo que está firmando.

Por suerte, en la mayoría de estos casos, los juzgados dan la razón a los clientes. Si eres una persona afectada por este tipo de crédito lo más recomendable es ponerse en contacto con un letrado experto en tarjetas revolving. Él analizará nuestro caso y nos asesorará sobre los siguientes pasos a dar.