A pesar de que pueda parecer un producto bancario ventajoso, las tarjetas revolving no tienen ningún beneficio, es más, nos atreveríamos a decir que son todo desventajas. El mejor ejemplo de ello son las miles de denuncias que hay en los juzgados donde los consumidores reclaman su nulidad por intereses usurarios o por falta de entendimiento. De todas formas, si quieres cancelar una tarjeta revolving, no vale con romperla o no usarla, se deben tener en cuenta una serie de pasos para asegurarte que la has anulado correctamente y que luego la entidad bancaria no venga a reclamar nada.
Cancelar una tarjeta revolving
Previamente a la cancelación de un crédito revolving, lo más aconsejable es recopilar y entender toda la información que tengamos sobre este producto. En esta documentación, además de las características del producto (intereses etc.), suelen aparecer las penalizaciones, comisiones… que tienes que pagar en caso de anular de forma anticipada la tarjeta. Por eso, antes de meterte en el quid de la cuestión, hay que analizar este aspecto. Si tienes dudas sobre ello, lo más adecuado es consultar con un abogado experto en tarjetas revolving para que examine los documentos y te asesoré sobre la posibilidad de reclamar y las vías de éxito.
Si todo está en orden, el siguiente paso a dar es asegurarte de que no exista deuda pendiente con el banco. Si hubiera, debes pagarla, incluyendo intereses y comisiones.
Una vez dado estos dos primero pasos, toca comunicárselo al banco. Para ello tienes varias opciones como: acudir a una oficina, llamando por teléfono o a través de su web, aplicación en el móvil etc.
Una vez que el banco haya comprobado que no hay cargos pendientes y que todo está en orden, procederá a cancelar la tarjeta. Eso sí, como último consejo lo mejor es guardar toda la documentación que te han dado por posibles futuros malos entendidos y que en el caso de que se den, esperemos que no, haya pruebas que certifiquen que has hecho bien las cosas.
Por último, y relacionado con el punto anterior, es aconsejable comprobar en los siguientes meses si hay algún cargo relacionado con el crédito revolving o no. Si no hay nada raro, se habrá hecho todo correctamente y habrás saldado esta cuestión con el banco. Por el contrario, si hay algún cobro, ponte en contacto lo más rápidamente posible con la entidad para aclarar la situación.
Es importante tener en cuenta que, en caso de querer cancelar una tarjeta revolving y tener dudas, lo mejor es recibir asesoramiento de un abogado de derecho bancario. Él se encargará de estudiar tu caso y asesorarte sobre si está todo en orden. Por eso, ante cualquier duda sobre este aspecto u otros de actualidad como cláusulas suelo, IRPH o la dación en pago, ponte en contacto con un profesional. Es la mejor garantía de enfrentarse a este escenario sabiendo que se están haciendo las cosas de forma correcta.